viernes, 28 de agosto de 2009

De cómo mandar a volar pretendientes



Una forma muy diplomática y sutil de advertirle a alguien que no aspire ni tenga expectativas de trascender contigo, es decir, una relación de niño-niña hombre-mujer, noviecitos y por qué no hasta free, es argumentar lo siguiente aunque no te pregunten qué onda o tú preguntes sobre el/la susodicho(a):

– En este momento estoy bien con mi novio(a). No sé que vaya a pasar, pero por ahora sí estoy conforme.

No importa en qué momento tampoco si hablas del trabajo o de tu perro. Por eso llamémosle un estilo muy fino y hábil de mandar a la chingada a quien te tire-le tires la onda.

¡Pluuup! Y con énfasis en el por ahora, más claro que el agua, imposible. Entonces, como a todo en esta vida hay que encontrarle sentido práctico y de acuerdo con el sensei, di: NEXT.

Sólo hay que estar más alerta. No ir como caballo desbocado, pero ante todo –cito unas líneas extraídas de Sputnik, mi amor del japonés Haruki Murakami (¡¡lo amo!!) –: “No tener ideas preconcebidas, sino aguzar el oído con una disposición honesta, amoldándote a las circunstancias, manteniendo la mente y el corazón siempre abiertos a lo que venga”.

Esto es útil y aplicable pa’todo ¿o no?
*No sé si haya relación entre la rola y lo escrito, me parece que sí. al final no deja de atraernos el bateador.

martes, 25 de agosto de 2009

Estar

¿Por qué estás conmigo?

¿Cuántas veces les han hecho esa pregunta o cuántas veces la han hecho? Quien la hace ¿qué intenta saber, descubrir o conocer?

Hace un par de semanas me lo preguntaron en dos ocasiones. Honestamente no supe qué contestar. Más bien, en la mente tenía toda una maraña de ideas y contradicciones: porque te quiero, porque me gustas, porque te admiro, por costumbre, porque descubro siempre algo nuevo en ti, contigo, sin ti, porque me conozco, porque… ¡Ay no sé. Estoy y ya!, y si no estuviera o me fuera, igual me preguntaría(s) por qué.

Responder no es difícil, aunque es más fácil quedarse callado(a). Quise que mi respuesta fuera espontánea y honesta sin tanto argumento vago. La pensé, la pensé y la pensé, aunque lo admito, me fui por el camino fácil.

Sucede que, a veces, uno se harta de explicar; ¡para qué tanto bla bla bla! Pero ¿el que calla otorga? Y todavía me pregunto qué quiere decir el silencio. Porque no es negación ni afirmación ¿es acaso un punto medio? Y si es ¿cómo es que estás a medias con alguien? De que se puede, ¡se puede! Entonces si no respondes, regresas la cuestión: ¿y tú, por qué estás conmigo?

Una de las cosas que el tiempo y la experiencia me han enseñado –¡qué anciana me leo!– es: disfrutar el estar en algún lugar con una o varias personas y sí, las miles de preguntas vienen después, ¡pero no en ese momento que es único (porque obviamente no habrá siquiera otro semejante)!; que si luego la estancia/presencia de alguien te hace ruido, pues ya es tu asunto.

Ya pasaron varios días y aunque no es una pregunta que me quite el sueño. Sinceramente, lo confieso, aún no sé qué decir (tengo miedo, tengo miedooo). Prefiero que todo fluya. Tengo respuestas concretas a otras incógnitas de mi vida –jajaja – y no para ésta, bah. Es normal –a mi edad–, pues pensaba que era algo parecido a un espécimen disipado – ¡oooh! – en las dudas existenciales o un ente en una realidad no labrada.



Y sigo, pensando en ¿por qué estoy contigo?




** Querido Blog, perdóname por no estar contigo. Sí, porque contigo no estoy debido a que en mi trabajito la ‘incomunicación’ es normal. Tengo correo e intranet, no more. No obstante, me dedico a pensar y medio escribir qué puedo dejar aquí.

domingo, 9 de agosto de 2009

¿Decepciones?

Mi post pasado fue escrito desde tierras lejanas –bah, que ahora ocupa el ejército mexicano en su lucha contra el narco–; quienes tuvieron el tiempito de leerlo, quizá hayan notado mi alegría. La verdad fue un proyecto que me entusiasmó; aunque, salí en pleito con la personita para quien trabajaba.

Terrible decepción 1: no sé si de verdad la gente puede ser tan relajada que en ocasiones tanto aliviane parece valemadrismo e incluso cinismo y con sonrisa de oreja a oreja –o descaro– dice que se vuela trabajos ajenos.

Quizá soy yo la azotada, ñoña, comprometida… Pero así soy y no hago cosas pinchurrientas, antes, prefiero dejar o reconocer que no puedo ni me gusta lo que esté realizando.

Así pasó y esa personita a quien consideré mi amiga, hoy tristemente la desconozco. Ella dice que ‘nuestra amistad’ sigue intacta, lo cual es falso, ya que ella no fue honesta –y yo fui una brutísima, aunque de todo se aprende– cuando solicitó mi ayuda.

Por otra parte, decepción 2, 15 días atrás entendí que ni todo el cariño o fe que le tienes a alguien es suficiente para permanecer ahí con él/ella.

Las personas son cínicas. Lo notas y sus palabras te confirman que así circulan sin pena ni gloria. Pero ya comprobarlo, híjoles… Es, no sé, como ¿echarle limón a la herida? Y ya cuando arde cabrón, pues no hay mal/dolor que dure cien años ni quien lo aguante.

Sucedió que no sabía cómo decirle a alguien qué no siento ni quiero, que fue un madrazo demasiado estremecedor verle; que soy leal y comprometida, no pendeja; que en mi lógica no cabe eso de ‘pegame, pero no me dejes’… Esto me ayudo, je:



Creo que estas decepciones son necesarias. Al menos a mí me han servido ambas para descubrir que puedo y quiero mejorar en muchos aspectos. En las dos situaciones noté que fue complejo decir NO y YA NO; quería escupir un montón de palabras atoradas en mi garganta y de todo mi cuerpo sacar sensaciones raras.

Lo hice como pude y ¿el resultado? Aah, más de lo que esperé. Entre esos resultados, está la buena nueva de que he encontrado un trabajo relacionado con las letras, aunque un tanto ajeno a lo que he venido haciendo. Me incorporo a un ámbito que desconozco, una oportunidad tan inmediata –mas no sencilla– que no puedo botar nomás así, porque a pesar de la desilusión –breve, al fin y al cabo– aún tengo fe y quiero creer.

miércoles, 1 de julio de 2009

¿No es igual, pero es lo mismo?

Dos semanas, 11 días. Continúo acá, en donde la lluvia, el aire y el sol son los mismos que en mi ciudad, pero la sensación que producen no resulta igual ¿les ha sucedido?

Hablando de sensaciones… he compartido o mejor dicho, una niña de 15 años me comparte, aquí, sus lágrimas y maripositas en el estómago por el primer novio e inevitablemente quiero llorar con ella.

Pide consejos, sin embargo, no quiero. Me resisto. No es que sea una envidiosa. Es sólo que para qué llenarle la cabeza y el corazón de lógica y razón. Ahora sólo se trata de que sienta y descubra; lo único que me he atrevido a decirle es que cuide sus palabras y acciones para no lastimar a las personas.

M es una niña muy noble. Tiene una cara hermosa, angelical, bajita y menudita (me recuerda a Katie Homes en Dawson’s Creek, así trigueña bonita).

Le emociona todo, la ropa, los muñecos de peluche, accesorios, la música, sus amigos, incluso su gato Peluso.

No deja de fotografiarse junto al minino, sola, con look emo, en pose sexy o toda tierna. Hemos congeniado, a veces cuando termino de hablar me pregunto si me ha entendido pues uso términos que una chica de 15 no maneja, quizá los ha escuchado, aunque tampoco pregunta.

Platica de sus tantas ilusiones, además de que tiene muchos fans ¡no es para menos con esa carita! Y una se le cumplió, pero le abrumaba tanto que vino a consultarme como si fuera yo un hada madrina o la experta –es tan halagador–. Ahora sé o imagino qué sienten Ross, Reynis o Lata cuando les pido tip vivencial, jejeje.

Y la ilusión aterrizada es que M ya tiene novio. El –del cual fui testigo y cuasi consejera derretida por la cursilería que destilaba en el monito– fue vía messenger, porque durante ‘la declaración’ quedaron a medias, pues Doña Mamá hizo acto de presencia.

No obstante, M está llena de dudas. No creo que sean más que la FELICIDAD. Me pregunta qué decir o hacer y podría responder, mas no, no y no, pues no conozco al principito, sólo de vista y en torno a este romancito hay muchos chismes que le mortifican a M, que si la ex, que los amigos chismosos, que su mamá no sabe –por estos rumbos aún sigue esa tradición de ‘pídele permiso a mis papás’–, que tiene miedo…

Algunas de estas ‘preocupaciones’ no son clásicas sólo en los 15, siguen a los 20, 25, 30, 40, toda la vida. Sin embargo, ¡qué bonito es ser quinceañeros! Ya lo había olvidado.

miércoles, 24 de junio de 2009

Gajes del oficio

En este pueblo todo está cerca. Puedes llegar caminando a la placita, a la presidencia municipal, a las escuelas, al parque para correr. El lugar más lejos quizá esté a media hora –caminando –.

He bebido mucho café (de distintos tipos), a todas horas, mientras acá el tiempo transcurre lento, lento…


Ayer, cené unas bolitas de masa llamadas ‘corundas’. Las cubren con salsa roja, picosísima, y crema. Tenía la sensación de que comía chicharrones con chile, jaja.


La familia que me acoge –sobre todo Doña Hilda– quiere que me sienta como en mi casa; que tome lo que guste de la cocina, que caliente lo que se me antoje y como en esas estamos, igual ayer por la mañana, desperté con un hambre terrible.


Menú: mi chocolate-café orgánico que usualmente desayuno (sí, lo cargué); sopa de fideo, tres tortillas y una torta de pollo con mole verde. Digo, ¿han escuchado aquel dicho “desayuna como rey, come como príncipe y cena como mendigo”? Pues, aquí aplica y eso de ponerme diva con ‘mis colaciones’ es casa ajena ni al caso.


Hablé con mi mamá, por teléfono, y entre que cómo estoy, que qué tal el trabajo, que mi sobrina no recuerda a la ‘tía culeca’, etcétera, Doña progenitora dijo “por favor, no comas mucho…”, jajaja. Ay, madre, no en vano le doy 10 vueltas a una canchotota de fut, aunque ya parezco perrito con la lengua de fuera.


He escuchado conversaciones –ajenas– de todo tipo. Unas que dan para nototas de política y seguridad y con fuentes veraces; hasta pensé escribir una para un blog al que mi Ganso friend me invitó. Pero, por mi integridad, mejor no.


Permanezco acá una semana más. ¿Saben? Lo freak de la provincia es que todo lo cierran muy temprano, se duermen igual (nomás el sol les deja de iluminar y ya). Eso sí, la gente es muy amable y cuando menciono a la UNAM, uufff, si es orgullo para ellos, imaginen para mí.

sábado, 20 de junio de 2009

Dos semanas después...

(frase telenovelezca)

Uuuy no, aún no llego a ser chica Maxim y la operación denominada -por mi querida Niña Toluca- “Pontemamacita”va.

Ayer me tocó la ‘bicicleta de los castigados’. Es decir, la del instructor porque llegué cinco minutos tarde y ¡oh sorpresa! Mucha gente amaneció de buenas y quiso ser delgada.

Se ve raro desde las alturas; hay que ser un ejemplo mientras pedaleas, así que ni te pares y sé fuerte. Resiste. Si duele (¿aguántate?) está funcionando, jaja.

Dos semanas después…

Ya no tengo trabajo (vaya no al menos el último que tenía con jefa Lata). Pero sí uno más académico que acepté luego de negociaciones, je, que mejor dicho, parecieron ruegos/plegarias/suplicas e incluye algo así como un VTP no muy lejos.

Serán pocos días, espero, si encuentro a las personas con quienes conversaré. Sino a buscar e investigar que este proyecto debe estar resuelto así de ay bárbaro, qué bruto, en tres semanas.

Estoy harto emocionada pues el lugar al que voy hace como 19 años que lo pisé por última vez. Iba con mi papá y creo comimos tacos de carnitas. ¡Vaya, quién diría que ahora, andaré por trabajo periodístico!

Tengo muchas expectativas. No sé qué tan bueno sea eso ni me importa. Lo que quiero decir es que, a mí me agrada hablar con la gente con el propósito de indagar, obtener información y datos interesantes sobre tal o cual tema, me gusta la calidez humana y que las personas te den su confianza mientras les escuchas.

Eso me ha sucedido varias veces –umm, si les contara–. Por ejemplo, ¿recuerdan al Ingeniero Olea, el señor de daba el reporte vial desde el helicóptero cuando aún existía Monitor con Gutiérrez Vivó?

Pues con él hablé para mi abandonado reportaje de titulación. Como en ese tiempo ya no volaba, quedamos de encontrarnos luego de la conferencia mañanera del Peje, en las oficinas del GDF.

Por comodidad para ambos, fuimos a su casa. Tuvimos una plática realmente exquisita. Me interesaba conocer la trayectoria del Ingeniero así como los inicios del reporte vial en la ciudad de México.

No sólo de eso supe, sino también de la vida personal, académica y familiar de ese amable señor, que si fue en la primaria con el ex procurador Bátiz, de cómo ayudó en el temblor de 1985, de cuál es la percepción de otros compañeros reporteros y al final, sin esperarlo ni pedirlo, el Ingeniero Olea me mostró objetos muy personales, fotos de sus hijas… ¡Increíble! Y eso, eso sólo se agradece y guarda en la memoria.

Además, su esposa fue tan amable que incluso luego terminamos la conversa los tres.

Algo así, semejante, es lo que quiero hallar, aunque me dijeron que puede haber uno que otro roce burocrático y sobre todo local/costumbrista, porque en provincia –y todavía más en mi destino– la gente conserva ideas muy arraigadas.

No obstante, eso no me desanima. Creo, más bien, que es cuestión de tolerancia y respeto. No iré a cambiar e imponer ideas. Voy a escuchar, buscar, observar, convivir e incluso a hacer ejercicio –porque no pienso, ni aun lejos, olvidarme de las calorías y el sudor, jaja. Sé que hay un parque cerca en el cual correré, mínimo –. No es vanidad, hasta mi médico reconoce el esfuerzo y ya para que el –alemán especialito- lo diga, ufff.

Ya regreso…

lunes, 1 de junio de 2009

¡Di no al puercazo!

Estoy madreada (pude haber dicho ‘estoy out’, pero es como muy fresa), cansada vaya; he dicho “NO - BASTA del puercazo”. Ya llevo un mes en el spinning. Tres veces por semana, una hora por las noches.

Por ahí de la segunda semana, le eché más ganas con unas resistencias en los pies. Claro que cuido lo que como, ¿dieta? ¿Qué es eso? Nomás hago que el pan y las galletitas no existen –snif snif–, las tortillas son necesarias; y tomo agüita

Por cierto estoy en contra de que para hidratarnos cada sesión compres botellas de agua… ¿Tanto fregado PET a dónde para o qué coleccionan plásticos? Yo no contamino, contribuyo a la preservación del medio ambiente y lleno mi vaso para cada clase, ja.

Los efectos de tanto pedalear comienzan a notarse, leves, ¡me agrado! Las piernas adelgazan y como no quiero el titulo de ‘Miss Michelin’, a partir de hoy la rutina cambió. Más intensa, un esfuercito mayor y si no, como dice la oración que la instructora tiene en la pared:

Dios mío, si no adelgazo que mis amigas engorden, por favor. Gracias.

No es cierto, no se los deseo, amig@s. En realidad, he decidido que ya es justo –y por qué no, un reto– darle a los pedales diario. Incluso cambié el horario, madrugaré a las 05:45.

Además de que mínimo –porque no aguanto sin el estómago vacío­– necesito una manzana o jugo previo, y andemos.

Ah, no les he dicho que el lugar a donde voy es bien inspirador, jejeje. Verán, a pesar de que es pequeño y sólo hay 12 bicis, aparte la de la instructora, tiene luces tipo neón (azules o moradas, no se bien) y hay estrellas de pintura fosforescente en las paredes.

Entonces, imaginen que se ve acá entre psicodélico y de table dance, pero no de Tultitlán, jajaja, ni vulgarzote. Hasta relaja e inspira para pedalear con ritmo, intenso. Cuando así debe de ser, cierro los ojos, porque, en serio, al inicio si los abría me entraba un ataque de risa no sé por qué. Ya mejor decidí que no los abro. Claro no todo el tiempo, sólo cuando pedaleas fuera del asiento y con velocidad.

(Traigo tremendo moretón –y se nota aún más porque tengo las piernas entre blancas y amarillas-pollo–, pues el viernes saqué o se me salió el pie izquierdo y ¡madreeees! Descontrol, que mi rodilla derecha azota contra un fierrillo.)

Ahorita (10:25) ya tengo sueño, ¡aaarg! Supongo que será cuestión más que de costumbre –pues si en algo no encajo es la monotonía– de disciplina; de que me acueste temprano y no pierda el tiempo en facebook y su granjita; que siga comiendo cinco veces al día, que me dedique más a trabajar y menos a distracciones, etc., etc… Y a darle, que las crisis no son nada más económicas, sino también corporales, poco.

martes, 12 de mayo de 2009

Los bloggers

Cuando aún escribía para la extinta (¿es correcto este uso/adjetivo?) revista Crecer Feliz, la editora me asignó un seminario sobre asma infantil que se impartió en Cuernavaca. Breve, un día.

Una agencia de RP harto importante lo organizó e invito a varios periodistas. Entre ellos a la corresponsal de Prensa Latina, la agencia ‘oficial’ de noticias de Cuba –en México–. Hagan de cuenta la Notimex de aquí.

Una señora muy linda, amable, sencilla e inteligente: Liset. Supongo que igual le agradé, desde que nos saludamos, porque durante el trayecto de ciudad de México a Cuernavaca –que no es muy largo ni demasiado tiempo– platicamos bastante y no paré de preguntare por su país, por Fidel, por su hijos, cuál es la comida típica de la isla…aah, por cómo es la vida en Cuba.

Liset dijo que la presencia de Fidel impone y que los medios, al menos en México, lo pintan como un terrible dictador que ha condenado a la austeridad al pueblo cubano. Cierto o no, ella destacó, por ejemplo, que allá toda la gente tiene acceso a servicio médico, no hay privilegios para nadie y el gobierno da seguimiento a los padres para que lleven a sus hijos a vacunar.

Eso, aquí uffff…¡imposible!

Durante la conversa salieron más y más temas. Como que usar toallas sanitarias es un privilegio para las mujeres cubanas, que obviamente no todas tienen (¿no me creen? Lean aquí)

Liset no salía del asombro que México le causó, pues en La Habana aún tienen la percepción del México de Pedro Infante. Dice que la programación, de la televisión cubana, incluye las películas de la época dorada de nuestro cine.

En Cuba, los anuncios son nada más así de ‘vacuna a tu hijo’, mensajes y mensajes del gobierno. Nada de Palmolive, cremas Goicochea, purés de tomate Del fuerte, absolutamente nadaaa de eso. Le parecía gracioso e increíble lo que las pantallas mexicanas proyectan.

Cuando le pregunté que si quería permanecer acá, contestó sin dudar y segurísima que no, porque allá le esperaban sus hijos –un niño y un adolescente– y su madre.

Quizá si la periodista hubiera tenido otro rango como corresponsal, como derecho podía traer a su familia.

Me conmovió la petición de sus niños: películas – dvds aunque fueran piratas de caricaturas que allá son imposibles conseguir.

Otro detalle fue que Liset no creía la variedad de tiendas, entre las del súper y departamentales, que existen aquí. Decía que existe de todo. Caro y barato. Los cantidad de prendas de mezclilla que veía le dejó con la boca abierta. A mí se me hizo bien fácil decir ‘pues lleva mucha y la vendes en Cuba’, y contestó ‘no mamita, si el problema es que me dejen meterla y aunque así fuera, la gente con qué compra si no tiene’.

Sorprendente ¿verdad? Tanto como que en la isla sólo les permitan, por disposición oficial, usar internet a los extranjeros; que los cubanos deban de ir a un hotel de cinco estrellas para rentar una computadora como lo muestra aquí Yoani.

Las entradas o posts de Generación Y me estremecen. Imagino lo inimaginable: comer picadillo de cáscara de plátano. No tener un e-mail tampoco saber qué sucede en el mundo a través de este medio; aunque mi blog parezca ‘deprimente’ o escriba textos sin sentido, es mío. Es uno más en el espacio cibernético.

Para el régimen cubano, en cambio, Yoani, sus ideas y sentir en la red son fisuras inevitables al igual que las de otros bloggers cubanos que a través de las teclas nos retratan su cotidianidad, un contexto en el que se prohíben reuniones de partidarios a la blogósfera.

Pero a pesar de esas absurdas medidas, entre ellos hay grandes lazos y un objetivo en común: la búsqueda de un espacio virtual y real en su isla.

Pienso que, nuestros amigos bloggers, pronto se transforman o transformaron en más que una ‘red social’. Es una relación fraternal que no se queda en messenger, trasciende y sí, no lo dudo, nos engrandece.

viernes, 8 de mayo de 2009

¡Ay influencia!

La influenza humana (IH) ha dejado estragos/ trastornos/ estupor psicológico –ay qué exagerada soy pues– entre los chamacos sanos.

Ya no digamos personas, muertas y aisladas, bah (q.e.p.d). Si me hubieran platicado lo siguiente, quizá dudaría. Pero nooo, lo escuché, me dio risa, ternurita y vean qué respuestas generan políticos y medios de comunicación en la niñez.

Estaba ayer, por la tardecita, con una prima, sus hijos y la sobrina mirando los pollos (otra historia). La chamacada en la resbaladilla, entre el jijiji – jajaja, la parienta sacó el tema la IH.

El mismo niño de este post, mis segundo sobri consentido, nos escuchó mientras lavaba sus manitas con agua y jabón, entonces dijo:

– ¡Ay, ya me tiene harrrrrrto, harrrrrrto la influencia, hasta la madre!

¡Ploop! Ven por qué el daño emocional, sin contar el escolar. Porque para cuando los escolapios regresen a la escuelita, lo harán con flojera o aburrados y la prueba enlace habrá valido cacahuates… Ni el gasto de la pinchurrienta guía que se aventaron en las vacaciones pasadas.

Y según me dijo la mamá del sobri, quien tiene sólo cuatro añitos, cada vez que él escucha en la radio o en la televisión acerca de la influenza, también repite que ‘la influencia’ nos dio por sucios cochinos que no nos lavamos las manos (miren que, este chavito es bien limpio, no comparte sus alimentos con otros chicos ni con su hermana, le da asco, ¡Dejarle baba accidentalmente cuando lo besas, es la muerte!)

¡Aaaay influencia!



miércoles, 6 de mayo de 2009

Alivio para Mario




Hoy tuve un sueño muy estremecedor. En cuanto desperté, corrí a la computadora. La encendí; busqué las últimas noticias sobre Mario Benedetti.

Parece que en Montevideo todo marcha bien, de acuerdo con información de
Reuters, el uruguayo dejo el hospital hace unos minutos.

Me da gusto, mucho. De verdad, en mi mundo onírico estuve a punto del llanto, pues me enteraba a través del Reforma –supuestamente– que Benedetti había muerto, por ello, este periódico le dedicaba el suplemento cultural, el cual aunque triste por lucir en tonos sepia, se veía muy bonito.

Tan sólo mirar en la portada la foto del también escritor, enfundado en traje y caminando –lo cual es sumamente extraño, porque él no porta comúnmente percha de oficinista– me dejaba paralizada frente al vendedor.

Mis dudas ante tal noticia así como un montón de periódicos revoloteando en el piso y los pasillos del Metro, me condujeron a preguntarle a una señora si el impreso era de ese día. Respondió que sí.

Por fortuna, fue un sueño, nada más, que terminó pronto pues ya había amanecido. La alarma del despertador también lo disipó.

Pienso que nunca será demasiado tarde para pedir y compartir, con quienes gusten de la poesía y escritura del maestro, una oración o una cadena de poesía como propuso la esposa del escritor portugués José Saramago, hace un par de días.

Y como el mismo Nobel, exhortó mediante
El cuaderno de Saramago a orar. No con padres nuestros, credos ni ave Marías, sino mediante los poemas.

En silencio o a oscuras, en tu blog o así nada más, con libro de antología poética en mano; de memoria o en voz del poeta (en un cd, quiero decir), enviemos nuestros mejores deseos para que aun ya en casa, el gran Mario continúe con su pronta recuperación.

Hoy, aquellos críticos reacios al estilo de Mario, olviden y dejen de catalogarlo de cursi, melómano, nostálgico, melancólico o deprimente. De cualquier forma, él será grande a los ojos de quien así lo crea. Sólo oremos... este es mi rezo, Yo no te pido:

Yo no te pido que me bajes
una estrella azul
sólo te pido que mi espacio
llenes con tu luz.

Yo no te pido que me firmes
diez papeles grises para amar
sólo te pido que tú quieras
las palomas que suelo mirar.

De lo pasado no lo voy a negar
el futuro algún día llegará
y del presente
qué le importa a la gente
si es que siempre van a hablar.

Sigue llenando este minuto
de razones para respirar
no me complazcas no te niegues
no hables por hablar.

Yo no te pido que me bajes
una estrella azul
sólo te pido que mi espacio
llenes con tu luz.

Demasiado amor

Cuando iba en la Facultad –ay, al hablar/escribir así siento que fue hace chorromil año, pero no– tuve un compañerito (J.A), actualmente buen amigo, que a todas mis amigas e incluso a mí nos tiró el perro.

Supongo que era su espíritu histórico de macho machista, ¡qué digo ‘espíritu’! Es realmente un cavernícola que todavía piensa que puede con todas no obstante que ya es padre de dos nenas.

Pero bueno, ahí les va la historia… resulta que J.A primero aspiró a ser pareja de Miss Fashion. Sin embargo, como esa niña cuida mucho no sólo su apariencia sino también la de con quien anda, pues que lo manda a volar porque la dentadura del tipo nomás no es Colgate.

Luego me enteré que a la Chica rubia igual sin pelos en la lengua, le expresó ‘me gustas, ¿qué onda?’ y ella ni lo peló.

Después con Miss fodonga, quien era algo así como su best friend porque se llevaba de piquete de ombligo con la má de J.A, a punto estuvo de besuquearse. No supe quién rechazó a quién, bah; lo mismo pasó con la Chica mugrosienta, pero por fortuna ella le puso un alto.

J.A le repetía, ya luego del intento fallido, a Chica mugrosienta que ella no daría una profesionalmente, terminaría embarazada y repleta de niños. Por supuesto que esto no ha sucedido y este sujeto ha terminado tragándose sus palabras.

Para el sexto o séptimo semestre, más o menos, La Innombrable –mi best friend aún– comenzó a hacerle ruido a este ebrio marca morirás (sí, ja, además) y a petición de las samaritanas Miss Fodonga y Fashion, en un acto de bondad y valemadrismo, así como que la agarraron con el corazón de pollo y La Innombrable pensó 'pa'luego es tarde'.

Más de dos meses no anduvieron y nunca de los nuncas La Innombrable pudo besarlo ni con los ojos cerrados. Siempre tenía la excusa perfecta a tiempo, lo que desde la perspectiva de las sritas. Samaritanas era mala onda/ actitud desalmada. Así que ‘la relación’ valió.

¿Y en quien creen que fue el siguiente objetivo de J.A? Síííí… Yo. Más para bien que para mal. Era marzo de 2005, wow calculé rápidamente jajaja.

Comenzamos a medio salir. Un día lo acompañé al cumpleaños del hijo de quién sabe quién y cuando saludé a un señor, J.A me presentó como su novia. Supongo que eran los efectos de la cruda; ya luego fuimos a su casa, en donde sus papás creo me dieron una gelatina de rompope y a Doña mamá cómo le encantaba hablar y hablar.

Otro día fuimos a Tepito a comprar pelis piratas. Nos llevábamos bien. Creo que, luego, sino es que otra ocasión visitamos al Mago y ahí me dijo que qué tranza –sí, así–, que lo intentáramos.

Entonces pensé ‘¿qué puede pasar?’, acepté. Y para lo que duró, jajaja, ni una semana.

Nos sentíamos bien raros. Ya no platicábamos como antes y yo le huía, lo evitaba y aún no sé por qué, en serio.

Total que me lo topé en un pasillo, porque además no íbamos en las mismas clases, y que me dice “ven, quiero hablar contigo bla bla bla… Creo que esto no está funcionando bla bla bla como que me evitas bla bla bla” y sin tanto rollo dije lo que sentí “tienes razón y mejor hay que dejarlo, en realidad nunca empezó. No hay problema, ya me voy. Bye.”

Bueno, igual eso –pensé hace cuatro años– me ayudó a tomar una decisión que, indudablemente, también abrió la puerta a la amistad con J.A y otra personita.

En fin, ese mismo año J. A sin proponérselo y por descuido e irresponsabilidad y por su “pinche fertilidad” –me dijo en abril pasado– hizo a su primer retoño con una ex. Ninguna de mis amigas.

La madre, una chica muy guapa e inteligente. Aunque la inteligencia no le ayudó mucho aquella vez. Ella decidió tener a su bebé contra todo pronóstico de que él nomás no cambiaría; dejó la oportunidad que le habían dado para ir a Francia a estudiar y enseñar, algo así.

Obvio, quienes lo supimos, vaya toda la generación, nos quedamos boquiabiertos e incluso un maestro con quien conservó la amistad me dijo “y pensar que pudiste haber sido tú, ¡de la que te salvaste, Kary!”. Ay qué chistosito el profe.

Hasta donde supe y platiqué con la madre de las hijas de J.A, ella decidió echarse el paquete y mantener sólo una relación cordial por su hija. No obstante, vayan a saber qué ocurrió con esa idea que igual se fue por un canal de desagüe, el viento se la llevó, le dio Alzheimer o sí es/fue demasiado amor, porque pegó again y otra chiquitina tienen!!!

No si el problema no es hacer chamacos, sino mantenerlos y todo lo que ser padre implica. No puedo decir mucho sobre el rol de papá de J.A pues no me consta y me es irrelevante.

Simplemente que hace unos días, vía msn, Don papá –aunque no le guste, ya es– pensó que yo aceptaría insinuaciones y propuesta excitante, y como dije NO, se molestó y soltó peroratas acompañadas de chingados.

No es que me pueda su mujer (condición que desconozco) o las niñas, no, no. El asunto no va por ahí, sino que me causa cierta aversión su cinismo, su patanería, su valemadrismo e inconciencia, que quiera dárselas de gigoló y de que él si puede hacer y deshacer mientras a las peques no les falte nada (material), ¡vaya concepción de vida!

domingo, 3 de mayo de 2009

Influenza vs. 'información que cura'

No me gusta usar cubrebocas y mi mamá se enoja. Ya le dije que eso no funciona, que si mi sistema inmunológico falla, ¡lo hará sin contemplaciones!

Lo cual parece –mas ruego y pienso-pienso-pienso que no es ni será fiebre porcina/influenza humana (IH) – sucedió brevemente. Sólo moqueé y mi ojo derecho lagrimeó cual dramática víctima telenovelezca.

No tuve dolor de cabeza ni fiebre tampoco dolor de cuerpo. Así que adopté el remedio del jugo curativo: exprimir naranjas, licuar con guayabas, papaya y añadir zumo de cuatro limones.

Pienso que fue psicosomático porque el domingo o lunes pasado me quedé con la radio encendida y escuché un programa –en vivo– sobre la IH y hasta soñaba con lo que decían.

Yo ni asustada estaba. Me entró la paranoia de ver a un montón de gente (sobre todo en el Metro) cubriendo su nariz y boca. Más inaudito fue verme hace ocho días, de la Raza a Balderas luego a Tacubaya y de ahí a San Pedro de los Pinos, con un tupperware de… ¿qué serán, 4 o 6 kilos de ensaladagelatina?

La gente me miraba feo, igual pensaban “esta mentecata ve el terremoto y no se hinca” o “¿quién se va a comer eso lleno de bichos?”. Si eso pasó por su cabezotas, pues, ¿qué creen? Que mi postrezote fue reovacionadooo y hoy, una semana después nadie reclamó por IH o de menos malestar estomacal, ¡eeeh!

Por otra parte, no creo que haya sido mi imaginación, pero de lejitos vi a un chavo con un tapabocas que parecía más mascarilla contra exposiciones nucleares. Se le perdió Laguna Verde. Sí, bien de película de ciencia ficción.

¡Aah –no quiero mal decir, pero…– maldita influenzaaa! Digo, no la tengo. Mas, es injusto porque cuando una decide que la vida va y va bien con gran fuerza de voluntad, ¡zas! Aparece este virus cochino <- alusivo a los cerditos, que hasta cierran los lugares de recreación, llámense antros, bares, restaurantes, gimnasios, parques, centros comerciales, cines, museos y hartos más.
El viernes tenía clase extrema, dos horotas. Sin embargo, como medida de precaución…¡NOOOO FUIIII! Tenía y tengo pues una fuerza de voluntad enorme, además estoy comiendo sanamente, bah, qué injusticia.

No obstante, IH, quiero que sepas que no me das miedo y que mañana quemaré las calorías que debí de; que al puerquecito digo NO.

Y ya para irme, aunque no tiene relación con la IH (bueno, sí un poco porque como no tengo cable, me toca ver toda la bola de “información que cura” de Bolita Ayala, ups, digo Lolita Ayala), ¿alguien tiene el poder para sugerir o definitivamente cambiar las rosas de la sra. Dolores Ayala por otra flor?

Sino, ya de plano, que las rosas sean con espinas, jajaja. Así:




Por fas…



miércoles, 22 de abril de 2009

Sucede que...


- Ayer me hicieron el día, en el Metro, los Dones (señores) cantantes de sones huastecos. Uno con la guitarra, el otro con un violín y ¡qué bien cantaban! Así sí da gusto cooperar, porque además el trayecto es ameno aunque haga un calorón de la fregada.

- Fui a recoger –allá por los ex tiraderos de basura– mi constancia de retenciones. No lo recordaba, sino es que mi amigueta-contadora me lo pidió. El regreso, a bordo del microbús/pecero, fue muy a meno.

Es que iba yo así de medio metiche escuchando lo que el chofer hablaba con sus tres amigos que encontró en el caminó. Subió uno, con quien platicó sobre salud y médicos; el segundo cuate le preguntó que si había chupado recientemente y el tercero –que también conocía al no. 2– le platicó de la señora que perdió la casa porque el marido quedó como aval de un fulano que huyó y no pagó la deuda.

Los tres hablaron de un compadre del conductor que se murió y dejó sin casa a su esposa; que igual así lo quiso Don difunto porque qué tal que la doña luego se juntaba con otro y hasta hogar le daba al nuevo hombre.

Aay, la verdad eso me dio mucha risa y conste que no era la única chismosa, pues la señora que estaba frente a mí también se río. Las dos nos miramos con expresión de “aay los señores”.

- Fui a mi ex Facultad para saber si existe o no un diplomado que puede transformarme de pasante a licenciada.

Y pues nada, bueno sí está aprobado, aunque parece que para el 30 de febrero del 2010, jajajaja, lo que es un avance. Sin embargo, la lista de espera ya es de 300 personas, eso significa que yo puedo ser la 301 y como somos un chingo y dos montones, en un grupo no cabemos todos y menos en un año.

Entonces, tengo la opción y pss a trabajar porque hay que pagarlo en una exhibición si sí se concreta. No obstante, es tan incierto que me llevaría el mismo tiempo hacer un reportaje que esperar me admitan. Tengo una graaan ventaja: he trabajado en el área y eso parece será tomado en cuenta.

- Finalmente, hecho que me puso felizota, conocí a la Janita. Una niña (ex) blogguera con quien me llevo increíblemente chido. Yo sí la conocía, ella a mí no (larga historia por qué nos conocemos. Nos da risa, estuvo a punto de odiarme, jaja, es un decir).

Después de tanto posponer nuestro café, de muchas conversaciones por msn y telefónicas, nos vimos; como ella aún estudia y en mi ex escuelita, quedamos y salió al encuentro. Fuimos a un barcito que en mis tiempos estudiantiles no existía. Me presentó a sus inge-amiguitos, quienes como en sesión de AA se presentaron y también tuve turno.

Nos despedimos del lugar, luego nosotras de ellos y como la lombriz ya pedía alimento, Jana y yo fuimos a comer.

El tiempo pasó rapidísimo entre que si sus hijos, que si A., que si M., que nuestras familias, la escuela…ufff, ya cuando notamos pasaban de las 6 pm. Sí, sucede que fue un gran día.

lunes, 20 de abril de 2009

101 preguntas

Por si querían saber… Sino, pues ya ni modo.

Me gusta la acidez de estos cuestionarios, ja, sin sentido para algunos. Copiado de un personajito a quien quiero mucho. Pronto vengo a postear algo más interesante. Saludos.


1) Estás listo para 101 preguntas? Pues ya…
2) Tu último beso fue un error? No. Ni vale.
3) Crees en Dios? ¿Él cree en mí?
4) Quién fue la última persona a quien le dijiste te amo? Creo que nunca le dije, nomás lo pensé.
5) Aún te ama el(ella)? Aunque diga que no, ¡sí!.
6) Lo (la) has visto? En sueños.
7) Te trae loca(o)? ¡Por los clavos de Chucho! ¿Más? No se puede.
8) Que haces? Depurando la lista de temas para Lata boss.
9) Cómo estás vestido? Playera naranja, pantalón de mezclilla y tenis cafés.
10) Ves novelas? Nomás una colombiana. ¡Buenísima!
11) Para andar con una muchacha(o) te fijas si tiene dinero? Es justo y necesario.
12) Juegas algún deporte? En el intento estoy.
13) Cuándo fue tu última pelea? Hace mucho que no peleo ni con mi mamá.
14) Cuál es tu pasión? Escribir y leer.
15) Tienes actitud fuerte? Depende de qué y de quién.
16) Has amado a alguien? Eso creí. Ahora lo dudo.
17) Qué hace especial el día? Levantarme temprano. Sí, así termino pronto todo.
18) Te has enamorado por internet? Eso es muy ñoño.
19) Tienes muchos amigos? Suficientes.
20) Odias a alguien en este momento? No, ¿para qué?
21) Te gustaría besar a alguien en este momento? Este… no.
22) Cosa que mas te gusta de ti? Mi nariz.
24) Desearías? Ganar la lotería para comprar una casa y viajar a los desiertos de todo el mundo ¿¿??
25) Exactamente como te sientes ahora? Desesperada… me quemé un dedo, me arde y ya me eché hasta huevo.
26) Te gustan tus pies? Cuando usan tacones.
27) Persona en la que más piensas en el día? Siguiente, plis.
28) Qué no te quitas nunca? La cabeza, ja.
29) Sabor de helado? Café
30) Bebida? Agua (¡ay qué sana!)
31) Te arrepientes de algo en tu pasado? NO
32) Próximo viaje? A Huatulco, apalabré con la Jackie.
33) Quieres tener hijos? No sé.
34) Has besado a alguien que su nombre empieza con la J? ¡Noooo! Qué bueno que no lo hice.
35) Un miedo? Los cohetes (no los que van al espacio y así, esos no).
39) Que extrañas más de tu pasado? Los descuentos estudiantiles, jojo. A veces las clases en la FES.
40) Qué se te antoja ahorita: Un café con crema
41) A? Australia.
42) B? Budismo
43) C? Colombia
44) D? ¡Declaración anual!
45) E? Erase and rewind…
46) J? Josue.
47) Pasión? Mirá la respuesta 14.
48) Amor? No –ahora– ,gracias.
50) Cielo? De ningún color.
51) Casarte por la iglesia? Ya no se usa ni funciona.
52) Amor eterno? Rola para el 10 de mayo.
53) Crees que alguien lea tus respuestas? Tal vez.
54) Colores favoritos? Negro y morado.
57) Antro o bar? Bar
58) Lugar favorito? Mi recámara.
60) Te llevas bien con tus padres? Sí.
61) Te pintarías el pelo de rojo? No. Lo hice en el CCH y como que ya pasó de moda.
62) De negro? Ese es mi tono natural.
63) Tienes miedo de enamorarte? Amorrrtsss no por ahora.
64) Que quieres en este momento? Un licuado de fresa bien frío.
65) Camioneta favorita? Las camionetas son estorbosas.
66) Beso con o sin lengua? Depende de Don sujeto. Eso si, los atascados: sale bye
67) Te operarías las bubis? No. Así están bien.
69) Traumas? Uno: viejo y bonito.
70) Gimnasios? Hoy –al rato, pues– comienzo a ir, ¡en serio!
71) Usas drogas? No.
72) Te han dedicado una canción? Jajaja, una de Sabina que decía algo sobre un tragaluz.
74) Ser famoso? No.
76) Te gusta Wal-Mart? En mi pueblo está su equivalente: Aurrera.
77) Sabes amar? Híjoles… A mí mamá, mi papá, mis hermanos, mi sobrina, sí.
78) Qué harás hoy por la noche? Es de madrugada, 01:09 horas.
79) Tomas? Cerveza nel.
80) Eres vanidoso: Ya no.
81) Eres egoísta? Nunca.
82) Eres bonita(o)? Sí y al natural, es decir, sin maquillaje.
83) Eres alta(o)? Naaa, ‘petite’ según Vicco.
84) Eres buena(o)? Soy y estoy,
85) Eres diferente? No tengo una hermana gemela ni una doble.
86) Quieres cambiar? ¡Por supuesto! Deshacerme del salvavidas.
87) Quién te hizo enojar más? El sábado, mis tías por comentarios que estresan a mi má.
88) Estás en tu cuarto? No.
89) Estás aburrido? Tampoco, tengo sueño.
90) Tener sexo sin amor? Sucede.
91) Eres cursi? Uuuuy… no, ya no.
92) Extrañas a alguien? A veces.
92) A quien? Don M.
93) Emo? Mi flequillo.
94) Qué te hace feliz? Que la sobri me abrace nomás porque le nace.
95) Dile algo a la persona que te gusta? Ja, Ni lee esto.
96) Te gustan tus apellidos? Papá, sorry. No está mal. Mamá, eres mi ídola.
97) Quieres salir con... Un Físico o un filósofo (ahí si conocen algunos, presenten).
98) Te cansaste? La vista.
99) Te han dado mordidas? Ni que fuera carnaza.
100) Qué piensas del amor? Te vuelve productivo, concuerdo con Fromm.
101) A quién le copiaste el test? Al amiguis ‘repornaco’
Conejitocisne

viernes, 3 de abril de 2009

¿Soy un caso de estudio?

Ayer tuve una entrevista, no para trabajar, sino para hablar de mi trabajo.

Frente a nueve mercadólogos y una antropóloga –quién llegó tarde e hizo que repitiera mi discurso inicial– estuve 120 minutos en la cafebrería.

No me cohibieron, más bien, acepté ser parte de su investigación por curiosidad. Sin dejar de ser auténtica, estuve atenta a lo que decía, porque como Doña Sabía un día comentó “lo que digas puede ser usado en tu contra”.

Llegué anticipadamente al lugar. Vi libros –próximas lecturas para Camila y su tía– hasta que finamente aparecieron los entrevistadores, que me confundieron, pero bueno, se disculparon y a iniciar la conversa.

– Cuéntanos qué haces, de ti, de tu vida, qué haces. Más que entrevista queremos platicar contigo – dijo una de las chicas.

Y como me encanta mi trabajo, de eso hablé. Nunca me sentí extraña. En una de las cuestiones finales, no sabía qué decir exactamente, era algo así como ‘¿cómo persuadir a la gente? Dilo en una frase’, chale ¿quién puede?

Otra pregunta fue ‘¿para informar o comunicar a la gente que tienes que hacer?’, de verdad, no dude en decir y fluyo así tan-tan: Saber de qué hablo (…).

Les sorprendió mi trayectoria laboral, y eso que a veces solo sé que no sé nada, e hicieron cálculos, sí, terminé a los 21 la universidad.

Finalmente metas a corto, mediano y largo plazo. Esto es algo que pregunto con frecuencia –bueno, si va con el tema y la persona–.

En resumen: me gustó ser ¿conejillo de indias? o al menos aportar algo y también lo preguntaron. Fue tanto que ya no recuerdo el orden, je.

Como agradecimiento me dieron una tarjeta de regalo para las tiendas de la cadena Walmart. Ya la Janita me había dicho del dinero, mas dudé y de cualquier forma fui re gustosa.

II

Ya me duelen los dedos. Ni qué decir de mi espalda, pero el trabajo es sagrado y estoy agradecida con mi jefa por la oferta, los encargos a pesar de que EL cliente nos tiró un mes de avance.

Sí, lo reconozco: sentí tremenda frustración porque no sabía qué estaba mal, qué no le gustó, punto ya aclarado personalmente con Lata Boss. EL cliente no cuenta con nuestra astucia, ja.

Así que en el estudio-oficina estoy; nuevamente ayudo a un niño que haga su tarea de inglés. Sólo que esto es tema de otro apartado, soy castrante como maestra. Tomo mucha agüita, como 5 veces al día e intento hacer asanas.

Por las noches leo y retomé la escritura a la antigua, o sea, en papel y con plumas (bolígrafos, no de guajolote).

Noto, mucho tiempo después, que llevo 60 minutos o más escribiendo. No quiero dejar mis ideas inconclusas.

Mis sueños me inquietan. Quiero interpretarlos, mejor no, sino lo hago, es a mi conveniencia. Sólo los plasmo sobre las rayas, reposan y luego los releo.

Escribo anhelos y comienzo a divagar en otros espacios con personas que no están aquí ni ahora. Entonces, la conciencia tira de mí. Regreso.

Pasan los días

Y 10 meses pasaron. Fugaz reencuentro; seis meses más. Una semana antes de la primavera… 15 días, el último ¿presagio?

Reencuentro: largo –el más–, extraño, sincero, ¡el mejor! Pasan los días. Y seguimos...

martes, 24 de marzo de 2009

Otra de Sabines...



Para muchas personas Jaime Sabines es un poeta de cabecera. Sus versos y letras son la compañía perfecta a solas, a oscuras, en la calle, en el Metro; un deleite al oído. Siempre tan ad hoc, embonan a la perfección con lo que sentimos y vivimos. Al menos para mí así es Sabines.
Atesoro una entrevista que le hicieron a su viuda, doña Josefina, hace cinco años o más en un periódico de circulación nacional (si mal no recuerdo y ni siquiera soy fan de Guadalupe Loaeza, ella fue la entrevistadora), en la que explica su historia de amor. Tan singular, única como ese hombre –a quien me hubiera encantado conocer. Sí, el ala geriátrica es lo mío ¿qué le hacemos?
Aunque bien podía ser mi abuelo– que nunca perdió la esperanza de hallar a su amor en la gran ciudad de México.

Ambos eran estudiantes, ella en la Facultad de Odontología y él en la de Filosofía. Cuando el maestro chiapaneco llegó a la capital no supo en dónde localizar a su eterno amor, así que esperaba en la parada del tranvía, al norte del Defé, por si de casualidad veía a su novia.

Un día de tremenda llovizna, él le envió un telegrama que decía “está lloviendo a cantaros como tú en mi corazón”.

Cursi, pensarán algunos. Nada sublime y ordinario, opinarán otros. pero ¿qué hombre de nuestra época dice ahora algo semejante? ¡Ninguno! Si no lo piensa no lo dice por temor, así que mucho menos lo escribe. No queremos un Sabines II, no lo habrá, con ese tono y cadencia que nos deleita cuando escuchamos Los amorosos o Yo no lo sé de cierto; la nostalgia y los suspiros –en lo personal las ganas de llorar– que genera No es que muera de amor y la razón que tiene en su alabanza a las mujeres de la vida galante en Canonicemos a las putas.

Quizá, luego de terminar una relación en vez de mentar madres y repartir chingados a diestra y siniestra o llorar, podríamos rezar Espero curarme de ti, para completarlo con Si sobrevives, éste es genial, breve:

Si sobrevives, si persistes, canta,
sueña, emborráchate.
Es el tiempo del frío: ama,
apresúrate. El viento de las horas
barre las calles, los caminos.
Los árboles esperan: tú no esperes,
éste es el tiempo de vivir, el único
.
Hasta en estos tiempos de crisis económica, mejor Cantemos al dinero, como él escribió.
Jaime Sabines perdura en la memoria colectiva, en El peatón, en este Puerto libre, en Bellas Artes (hace dos domingos que por ahí pasé con mi amigo M. y si él no quería, ni modo, era para obligatoria y bálsamo para el alma que no andaba tan bien que digamos). También en los nicks del messenger, ¡aaah, Sabines! Al igual que a usted, Me encanta dios.

He conocido pocas personas que disfrutan igual o más que yo de Sabines, que saben más sobre él y no termino de sorprenderme… ¿quién más?

lunes, 16 de marzo de 2009

The Savages

I don’t like you anymore


Ante la demencia senil que su padre, Leonard, ha comenzado a desarrollar, los hermanos Wendy y Jon Savage deciden, después de algunos descontentos, internarlo en un asilo.

Jon, doctor en filosofía, radica en Buffalo y Wendy, dramaturga, tiene un trabajo freelance en Nueva York. Sus vidas cambian radicalmente a partir de llevar a su padre a un lugar en donde puedan cuidar de él.

No es que ellos no lo hagan. Están al tanto de qué sucede y le visitan; sin embargo, les es difícil aceptar que su papá ha perdido la lucidez. No saben cómo afrontar la situación que el anciano vive, además momentáneamente piensan por qué cuidar de alguien a quien le importaron poco.

Aun ante esa contrariedad, velan por el bienestar del viejo. ¿Quién diría que el final de su padre sería el motivo por el cual también la relación fraternal es reforzada? Así transcurre esta historia familiar no lejana a la realidad.

La historia personal tanto de Jon como de Wendy pasa a un segundo plano, no menos importante y bastante interesante, cuando Leonard se convierte en la prioridad para ambos.

Finalmente el hombre muere. Como toda pérdida es, sin duda, triste y dolorosa para los hijos. Aunque lo más penetrante, y que nos hace reflexionar, es la ausencia de recuerdos, de sentido desgastados e invisibles en la memoria a través del tiempo.




Ya entrada la noche, la historia de los Savage me recuerda inevitablemente a mi abuela Ángela. Para ella, escuchar las campanas de la iglesia significa el llamado a la misa del 10 de mayo; hace la misma pregunta cinco veces, quizá más (a veces dice cosas muy graciosas como “¿para qué te casas?”, “anda pélate” o “si el marido o la mujer ya no te sirve, cámbialo”).

Casi de madrugada, reí - reímos. Tendidos sobre un sofá comodísimo. Empiernados como dos buenos y grandes amigos vimos por primera vez… la historia de los Savage, gracias. Quizá algún día, seremos amigos, con lo que eso implique, creo.





** La canción no tiene qué ver con la peli, es más el soundtrack de las últimas escenas de mi realidad, je.

viernes, 6 de marzo de 2009

Malos ratos

Como todo en esta vida, hay cosas y personas que a través del tiempo mejoran mientras que otras, pues no son agradables ni feos, sino feísimos, ja. Eso le sucedió a un ex compañero de la primaria que vi hace dos días, justo frente a nuestra antigua escuelita y hoy nuevamente me lo tope en la fila para pagar el teléfono –o bueno ‘el servicio telefónico’ –. Supongo que él no me reconoció y si sí, da igual.

Se llama Héctor, también apodado ‘El Chivigón’ o ‘Chivis’ –¿por qué el alías? No supe o no lo recuerdo – era codiciadísimo por todas las niñas de mi salón, incluyéndome claro, en cuarto año. Fue objeto de culto más o menos hasta sexto, porque lo desbancó un niño con nombre de dios azteca / prehispánico (Tlahuicol).

Regresando al Chivigón, recuerdo que ERA simpático, moreno y siempre olía fresco, locioncita, bien peinado, impecable. Igual se lo debía a su mamá, quien hacía de él un galancito e inflaba el ego cada vez que le decía cuán guapo se veía y obvio que no cualquier nenita se lo merecía. Si la memoria no me falla, a Héctor se lo disputaron Tania, hija de una maestra, y Samantha, siendo ésta la airosa.

¡Aaaay los niños! El amor cegaba antes, ahora no sé. Al menos hoy al verlo pensé ‘ufff, tengo malos ratos, pero no malos gustos’.

El Chivis entra en la categoría de ‘malos ratos’, jaja. Si yo no crecí (mido 1.57) mucho, él ¡no crecióóóóóóóó nadaaaa! Es más enano que yo, ¿que cómo lo sé? Aah, porque hubo un momento, en la hilera, que quedé frente a él. Luego me dio la espalda y lo noté, unos tres o cuatro centímetros le saco.

Pero igual noté que no hay gran espacio entre su cuello y cabeza –tipo Cuauhtémoc Blanco –; el tono de la piel no le cambió, su mandíbula parecía de viejito sin dentadura y la cicatriz, producto de la caída en una zanja, que iba de la mejilla hacia los labios todavía es notoria.

Tiene cuerpo de señor con panza chelera. Llevaba pulseritas, cadenas y un anillote de oro, tampoco tipo narco, aunque esos accesorios, desde mi humildísima perspectiva, son incompatibles con los caballeros, por no citar ‘corrientes’.

Y sigo pensando… Tengo malos ratos, pero no malos gustos. Ay no, no soy frívola, sólo que hay a quienes el tiempo, tal vez lo excesos o qué sé yo les pasan factura. Ooooh sí.


jueves, 26 de febrero de 2009

Espíritu reporteril / periodístico

No es que sea metiche ni chismosa, sólo que tengo el oído bien avispa. Si escuchaba el llanto de mi sobrina cuando tenía tres dos meses de vida y la distancia que hay entre la cocina y la recámara es considerable, pues sí, confieso que hay conversaciones que escucho y no debo.

Perooo, cuando las personas ‘hablan’ porque ‘así hablan’ y dan a conocer su vida, ese… Ese ya no es mi problema.

Ayer estaba en Sanborns viendo revistas (y me pierdo dos horas comúnmente en esto, je); que la TV Notas, Instyle, Quién –no es mala onda, pero qué flojera la entrevista a la viuda de Mouriño, ni la leí–, Eres, 15 a 20, Tú, Conozca más, Picnic… Paso por todas desde las de manualidades, pelo, peinados, cocina hasta las de carros y finanzas. Antes compraba la edición en la que colaboraba, hoy pues si me gusta bastante alguna, la adquiero.

Aunque hay algunas que de plano ni se me antojan, por ejemplo Cosmopolitan. Es demasiado gringa y las letras parecen hartas plastas –uhm, me he quitado una fuente de trabajo, bah–. Por supuesto también está la otra cara de la moneda: Mariclare.

Sí ya sé que no hay un hilo negro al descubierto en esta revista, pero a mí me late porque es de las pocas que tienen contenido, así como Eve (de editorial Premiere) y sus páginas no contienen fotos, fotos y máááás fotos de ropa que únicamente la consigues en gringoulandia o en las boutiques de Masaryk.

Aaay, me desvíe del tema. Eso es el escenario pues, en donde también andaba Don Desconocido, hombre que hablaba por su móvil, y dijo “no güey, aguántame. El registro de los candidatos que no ves que se cierra el 15 de marzo, por cierto qué crees… Gamiño sí se lanza, ahora por el PRD”.

Lo cual me hizo voltear hacia el desconocido, no con ojos de plato y pensé “¡¡nota, nota, ¿qué hago? Bueno yo nada, pero la San sí. Mensaje, mensaje!!”. Aaah mi instinto periodístico, un poco en stand by, latente. Comencé a escribir mi mera suposición, ash pero era tan largo y debía de dar antecedentes que mejor localicé a San, intrépida reportera de Metro Toluca y Edo. Méx, vía messenger cuando regresé a casa.

¡Qué chismosa! No, no… Ahí va el meollo del asunto, igual es otro cristiano con el apellido Gamiño. Eso lo averiguará la reportera cool. Transcurría el año de 1997, cuando Alejandro Gamiño Palacios fue electo presidente municipal de mi provincia, de acuerdo con diferentes medios de comunicación, ese señor heredó a su sobrina la alcaldía, luego entre ellos se sacaron sus trapitos al sol (ches panistas, ups sorry si ofendo a alguien) y por ahí un video escándalo hubo.

Hace cuatro años, Gamiño Palacios fue a dar al bote/cárcel porque lo hallaron, en el Defé, con tremenda pistolota y ahí nomás unos paquetitos de droga. Permaneció preso dos años aproximadamente. Ya está libre.

¿Acaso no sería el colmo que este señor fuera el mismo Gamiño del que hablaba Don Desconocido? ¡Eso es no tener vergüenza y lo que le sigue!

Así que cuando llegué a la choza, le platiqué a Mamá maestra (quien para variar anda en el mitote delegacional) y respondió “pues dicen que es él, no lo dudes” y nuevamente pensé “yes, yes nota, notota”.

Fue por ello que le comuniqué a San el chisme y el resto es su tarea: investigar.

Tal vez soy una mal pensadota, pero como dice mi má “piensa mal y acertarás”. ¡Esto es emocionante! Si no es cierto, perdón por levantar falsos testimonios y mentiras.


jueves, 19 de febrero de 2009

¿Desveladita?

Prometo firmemente (cruzando los dedos) ya no desvelarme –en msn– tanto. Al parecer los estragos comienzan a ser evidentes.

Que porque ayer Conejitocisne dijo que a altas horas de la noche mi lenguaje transmuta, ¡ufff, soy una prosaica! Y piensa que ‘necesito bombero’, pero eso surgió a raíz de que la doc nos recetó un hombre ¡y quééé hombre, una hermosura, eso sí es un bombón asesino! Jajaja, ¿cómo evitar no desearlo?

Y ¿eso es crítico? Quizá poco, mas no tanto como soñar que tu vecinillo, de pronto medio guapo, que se transforma por no sé qué rayos en toro y unos locos rancheros lo destazan y gritas desesperadamente pues lo deshacen y nadie te pela porque ¡es un animaaaal!

Y para rematar sueñas con el examen del IEEM.

¡¡Estoy feliz!!

domingo, 15 de febrero de 2009

Cajita mágica

La radio está muerta los domingos. Bueno, la programación. Pocas son las producciones en vivo; sin embargo, cuando escucho estaciones viejitas vuelvo a creer en la magia de esa cajita.

Cuando era niña pensaba –creo que era demasiada mi imaginación– que los cantantes iban a cantar a las estaciones de radio en vivo, je, y que se formaban uno tras otro. Por supuesto que, no tenía ni idea de cuántas estaciones existían.


A mí nomás me fascinaba escuchar el aparatito que mis papás tenían. Aún medio existe, porque mi hermano deshizo las bocinas. Pero el cuadrillo ese, en donde comencé a sintonizar 97.7 y mis tías ponían discos pequeños de acetato está.

¡Aah sí, 97.7! en mis tiempos era Stereo 97.7, actualmente es 97.7, la número uno en éxitos. Iba en la primaria cuando la voz institucional era la de Arturo Flores; luego llegó Julio César Ramírez, quien emigró hace ya rato a los 40 Principales (Televisa Radio). Todavía escuché a Pepe Antonio Guerrero, el Mostro. Recuerdo que por esa cabina desfiló Rocío Brauer y otra chica cuyo nombre no me viene a la mente.

La actual locutora, Rosalet, me agradó. Ella inició bien chavita, fácil ya lleva ahí unos 10 años. En 2002 o 2003 la conocí gracias a un amigo que trabajaba en la cabina de junto. Buena chava.

El chiste es que cuando Arturo Flores conducía, había dos horarios, uno por la mañana (10:00 horas) y otro en la tarde (18:00) de canciones poperas viejitas, tipo las Flans, Alejandra Guzmán, Mecano, Caló bla bla bla… No sé como se escribe, quizá era Old is, but good is, total que ya tiene un bueeeeen que esos ‘segmentos’ desaparecieron.

Pero hoy domingo me cae que la programación de 97.7 fue nomás de puras viejas, sí de rolas ochenteras (resulta que los planes familiares se cancelaron porque Mamá maestra tiene una sordera súbita, y pss me dediqué a lavar toda mi ropa, pfff!!). La sintonicé porque así escuchaba la hora.

Pusieron una de Mecano, Cruz de navajas. Ya había puesto atención a la letra, pero hoy… Hoy la pensé mucho mientras veía la espuma del jabón correr hacia el hoyo del lavadero, igualmente me vino a la mente:

– ¡Qué cabrona la María!
– Ni modo, Mario se lo buscó por no apreciar lo suficiente a María y lógico ella encontró en otro lo que su marido no le daba que si por estar cansado o haber trabajado hasta las seis.
– Qué mala onda, él trabajando como burro mientras aquella de lagartona.
– ¿Falta de comunicación?
– ¡Qué horror ver que maten a quien ‘amas’ y no hacer nada!

¡Qué buena canción! Quién sabe cuántos años tenía yo cuando ésta fue hit.

¿Quién no escuchó 97.7?

Y así, nuevamente sentí que la radio es mágica. Me gustan los programas del 1110 AM en domingo, aaah y la XEB ¡no inventen, es la onda! Canciones de los 50 y 70, como que imaginé a mis tías enfermeras peinadas re bonito, con laca, y sus vestidos estilo Silvia Pinal en María Isabel, obvio ya cuando es la señora.

Disfruten Cruz de Navajas, cuya letra si es semejante a algunas realidades… Es mera coincidencia.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Carta a mis 25

Hola jóvenes y estimados 25:

Bienvenidos sean; pásenle a mí, a mi vida. Sí, lo reconozco, yo no quería. No es que renegara de ustedes, simplemente que no los había visualizado y aunque son pocos años, me parecen lo contrario: ¡un montón!

¿Saben? Cuando tenía 15 añitos, imaginé cumplir tres más. A los 18, sabía de los 20 y decía “bravo, bravo… ¿cómo serán? Pues ya lleguen pa’saber”, claro viví lo que me tocó. Por ejemplo, la huelga de la UNAM en el 99, un viaje alucinante a Puerto Vallarta por el cual encantada de la vida estudié inglés, fui fan de un grupo pop (cuyos integrantes parecían nenas), conocí a mi adorado Cuartel y con éste cuántas situaciones graciosas y locuras tuvimos… ¡Aaay nuestra choncha Bitácora con fotos, recortes, jajaja, y cómo no olvidar el modelo de Naútica que yo decía era replica de Julio –mi amigo médico que en serio tiene pinta de hombre GQ–.

Y de esto ya tiene casi 10 años, increíble, al igual, sino es que hasta más tiempo, de conocer a la Jackie, mi amiga de la secu que siempre dice le caí del cielo, y a la Josy.

Para que llegaran a este día, 25, sucedieron muchas, muchísimas cosas. Supongo que aún lejos pudieron notar cuando mi papá contuvo las lágrimas al decirme que Mamá maestra posiblemente moriría, por lo que debíamos ser fuertes y estar más unidos que nunca. Por fortuna, si es que así se le llama, se trató del error de ese ‘médico’.

No obstante, a ese rato amargo le sucedieron momentos inolvidables, ¿qué tal la fiesta de graduación? ¿La notaron? ¡Padrísima! Con mis papás y amigos. Bailé y canté harto, justo cuando creí no poder más y queríamos partir, llegó lo mejor; callaron al Mago por desentonado y la Miss Cables se sentía Ana Gabriel. Bueno, qué tal que Nancy casi se infartó al ver que su atuendo no era tan exclusivo, jajaja, y mi queridísimo Miguelochi aprendió que lo suyo lo suyo no es la organización de eventos.

Seguramente mientras avanzaban, esperaron detrás de mis 21 años. Tan lindos, tan maravillosos y con grandes sorpresas: mi primer trabajo oficial, gente extraordinaria y la presencia de la persona que indudablemente dejara huella en mí; las locuras, los retos, las aventuras, el traspasar reglas, lo establecido, descubrir…

Hoy que están aquí, trajeron consigo personas y novedades, como a Camila, quien tan sólo con decir “Kally” o “hemana”, mientras me besa y abraza, pienso que el tiempo no es tan apremiante, que si en la antesala de los 25 estaban las despedidas, las oportunidades, las caídas –así literal, en el Metro o cualquier lugar– con todo y raspones; Garibaldi, los borrachos, la Viejuchis, el Josué, Don poeta maldito, el profe Juan, la maestra Elba… en fin, lista inmensa. ¡Gracias por lo dado antes de su presencia!



Hoy, 25, inicia mi año nuevo. Tengo propósitos que compartiré con ustedes y no enlisto porque nomás son pa’nosotros –sí, así de envidias soy–. Ya son testigos de uno que está en las primeras posiciones y podemos ponerle palomita.

Queridos 25, no sé qué me prometan o qué me deparen. Lo que sea, simplemente será recibido con gusto. Yo me comprometo a ser mejor persona para merecerlos, a titularme, a quitar telarañas mentales, a estar bien conmigo pa’que ustedes también esté cómodos y no se arrepientan de haber llegado ¿vale?




Un beso



KP

lunes, 2 de febrero de 2009

El urgido de la Biblioteca Central

El pasado viernes fui a la Biblioteca Central –aay qué bonita es. Me encanta el olor de los libros – en búsqueda de bibliografía acerca de lo que me parece el género periodístico más completo: el reportaje.

Encontré un libro editado por la UNAM y el Instituto de Investigaciones Estéticas de ésta. En realidad hallé muchos libros padrísimos, inimaginable su existencia.

Pero aquél, de Alberto Dallal, echa un vistazo a lo que comúnmente llaman ‘periodismo’, por ejemplo, y a que desde su óptica, es un error mal difundido y con gran cabida en el medio de que periodista “es el que cubre la fuente, el que durante muchos años posee un espacio para emitir su opinión o bien, sencillamente, el que escribe en los periódicos”.

Concuerdo con el también periodista en que la apreciación anterior debe cambiar porque el periodismo ha evolucionado y se ejerce en diferentes medios, ya sea radio, televisión, internet y no sólo diarios, y porque yo defiendo mucho lo que he realizado en revistas, pues uso las mismas herramientas de trabajo que el reportero que cubre Cámara de Diputados o alguna Secretaria, claro que mis fuentes y tipo de periodismo son otros.

Igual encontré una biografía de Sastre y Beauvoir, la cual ya iré a leer. Realmente iba por material para mi tesis-reportaje de licenciatura e información acerca del agua, híjole pero el tiempo pasó de volada. No terminé.

Regresé ayer domingo. Sin embargo, debido al cambio intersemestral y el puente –no recuerdo haber descansado, en mi época universitaria, un día de tamales– la biblioteca fue poco concurrida.

Como bajé en Copilco, también el Paseo de las Facultades estaba desierto, pensé “soy la única loca y ñoña que viene por aquí en domingo”, y ¿qué creen? Jajaja, que no. Otros compañeritos igual perdidos y asustados iban al mismo lugar. Ya nos hicimos compañía, un poco de plática, qué bonito es conocer gente linda que se esfuerza por lo que quiere y hace diariamente.

Lo desagradable es cuando te topas con hombres raros en el área de lectura. Eso me sucedió y hasta mis manitas sudaron, me puse colorada. Yo acá concentrada en las páginas, en las salas que visitaría, cuando de repente:

–Hola ¿cómo te llamas? – dijo el ‘abogado’ de casi 1.72 m de altura, así en voz bajita– Me lates mucho ¿puedo conocerte?

– ¿Eh? – contesté más asustada que estupefacta– Soy Karina. Estoy ocupada y tengo que ir a sacar copias.

– No importa, te espero. Si quieres vamos– y tomó mi botella de agua junto con la libreta. Yo con cara de “esto no es normal”.

Ya pues que bajé a fotocopiar y el tal Jorge Bernardo (chequen el nombre telenovelezco) no se cansaba de decir cuan bellos eran mis ojos mientras sentí alivio al ver gente en el elevador, ufff!!!

Le pregunté que qué hacía y por las personas con quienes lo vi. Según dijo fue a ayudarle a un amigo a hacer la tarea, pero que éste ya había terminado; que le llamé la atención y regresó.

En la ventanilla de las fotocopias encontré a la chica con quien caminé de Copilco a la Central. Nos dijimos “hola” y ella miró asombrada al cuate ese que nos dijo –a ambas– ser abogado, quería que fuéramos a Coyoacán a tomar café y que si queríamos ser su novia, claro esto fue por separado y lo conversamos de regreso a Universidad.

Cuando Jorge Bernardo me acompañó nuevamente a entregar los libros, en el tercer piso, quiso besarme y acariciar mis orejas, obvio yo asustadísima me alejé y el loco con risa encima dijo:

–¿Aay que no crees en el amor a primera vista?

–¡Nooo! Con permiso, ni te conozco– usé mi mochila de escudo.

–Ándale bonita, un beso. Vamos a Coyos.

–¿Cómo te llamas? ¿Jorge verdad? Ok, Jorge. Hoy te levantaste y dijiste ‘no sé qué hacer. Iré a la biblioteca a ver a quién me topo y pss a ver qué sale’– luego agregué – Y ¿sabes? Los abogados me caen muuuy mal, la percepción que tengo de tus colegas es mala, son pretenciosos y corruptos, por unos pagan todos…

–Ay me acabas de dar una tesina. Anda, vamos a otro lado ¿qué nunca te has ido con alguien que conoces una noche, así en un bar?

–No, no lo he hecho y tengo que buscar info. Sale, bye. – comencé a subir las escaleras y el urgido ese todavía me pidió despedirnos con un abrazo.

Entré a la salita y casi me oculto en el fondo de los estantes. Sí me puso freak, qué tal que regresaba.

Reencontré nuevamente a la chica (psicóloga) en otra sale, muy amable esperó a que dejara otros libros para salir juntas. Y con esto aprendí que los domingos intersemestrales, mejor no voy a la Central por más relax que esté el sitio.

jueves, 22 de enero de 2009

Kafka desea –y yo también-:


Lo que yo deseo, la fuerza que yo busco, no es aquella que te lleva a ganar o a perder. Tampoco quiero una muralla para repeler las fuerzas que lleguen del exterior. Lo que yo deseo es una fuerza que me permita ser capaz de recibir todo cuanto proceda del exterior y resistirlo. Fortaleza para resistir en silencio cosas como la injusticia, el infortunio, la tristeza, los equívocos, las incomprensiones.

¿Cómo es que logré identificarme con el sentimiento de un chavito, de 15 años, que ha abandonado a su padre, su única familia en la búsqueda de… No sé, aún no lo descubro?

No sé si Kakfka Tamura es sólo producto del ingenio literario de este japonés que ha logrado sumergirme en bosques, barrios, estaciones de trenes, comida de Japón; con ambientes tan perfectamente recreados: la cabaña en el bosque, los tatami o el ryokan en Takamtsu.

Yo, al igual que Tamura, continuaré buscando. Quizá muchos ya hallaron esa fuerza, si así es, sólo cuéntenme qué han sentido. No me digan cómo, no quiero fórmulas, gracias. Porque lo que han vivido yo no lo he experimentado y viceversa.

miércoles, 14 de enero de 2009

¿La mala educación?

En la estación –del Metro- Tlaltelolco, una mujer subió al vagón con sus dos pequeños. Una niña de aproximadamente 6 años y un niño de 4. no había lugares por lo que las tres personitas se sujetaron a los pasamanos.

La nena llevaba en su mano derecha una muñeca y con la izquierda se sostuvo mientras que su madre tomó al niño. Pero el chico comenzó a molestar a su hermana, le jaló de la playera pues quería aferrase al mismo tubo que la chiquita.

–Déjala, estate en paz, por favor– comenzaba a despertar la furia de mamá-
–Mamá, mamá… Yo quelo ahí– lloriqueó el niño al mismo tiempo que tiraba de la niña –Te olio, te olio– agregó y además golpeó a su progenitora en las piernas y en el abdomen con los pequeños puños.

Tres estaciones después, ocuparon dos asientos y el berrinchudo dijo:

–Te olio, ya no te amo, mamá.
–Pues yo tampoco te amo– contestó ya desesperada la mujer.

No sé qué pasó ni qué destino tenían, porque bajé en Balderas (fui al Mercado de la Merced nomás por el mole –¡qué rico, delicioso… cuando quieran los llevo a donde lo adquirimos– de Mamá maestra), ¡vaya con el pequeño reycito odioso!

Sí, ese término es un juicio de valor, el cual algunas personas dirían que no tengo derecho a hacer porque no soy madre, cierto. Aunque tampoco recuerdo que mis hermanos o yo hayamos hecho semejante drama con mis papás, que les golpeáramos.

Ven por qué de pronto uno dice “NO A LOS NIÑOS/HIJOS”. Es re bonito tener sobrinos, cuidar chamacada ajena, pues la educación de estos depende de otros y para maleducar a reycitos-tiranos-intolerantes, no gracias.

domingo, 11 de enero de 2009

Discusiones (reales y mentales)

¿Qué dijeron, “¡cuántas vacaciones!”? Brincos doy. Sin empleo no hay remuneración. Sin lana-money-dinero-marmaja, pues nada, queridos, que sólo me fui a unos días allá lejos, lejos, al rancho, a un lugar que de verdad –si Dios existe– quedo en el olvido del poder divino.

En aquel sitio el día es tan largo. Ni qué decir de la noche… Simplemente eterna y al amanecer los kikiriki, aluciné a los plumíferos, o sea, no era ni media noche y emitían canto y canto.

Apenas dos días en el silencio, poco interrumpido, sirvieron para deleitarme la mitad de mi nueva adquisición literaria (Kafka en la orilla del japonés Haruki Murakami), ¡ufff, excelente, fluida, emocionante!

No quería regresar. Pensé que, en la mudez total de ese árido paisaje, podría reordenar ideas y objetivos. Bah, creo que cual avestruz que esconde la cabeza en un hoyo, intenté hacer lo mismo, mas no pude. Sí, sé que en un mes no acomodaría mis casi 25 años.

***

¿Uhm? ¿Que a qué debemos el titulo del primer post, en 2009? Nomás a lo siguiente:

– Ayer metí esa botella de salsa y la sacaron de nuevo, ¿qué no la pueden colocar en su lugar? Les voy a poner un pinche letrero ENORMEEE. – dijo la hija muy molesta la mañana previa a la Nochebuena.

– Si no quieres hacer las cosas ni ayudar, vete a dormir o haz lo que quieras. No me pongas de mal humor ni estorbes. Calma tu geniecito, estás insoportable. – respondió la madre, lo cual provocó más el coraje de la joven, quien agregó – Es que me molesta y tu no dices nada, pero no fueran tus cosas, porque ya estás peleando con medio mundo ¿verdad?

– ¡Cállate, cállate! Ya te dije, vete. Ya consíguete un novio para que se te quite lo amargada. – arremetió la señora mientras deshacía queso sobre el espagueti.

***

¡Feliz año a todas las amables personitas que por aquí rondan! Un beso y ojalá cuente este 2009 con sus apreciables puntos de vista. Me harán FELIZOTA, je.