El otro día, uno de tantos, estaba en el Sanborns (es que cuando me da insomnio, voy a ver revistas, pss me queda a 5 minutos. ¡Sí, mi mamá dice que estoy loca!!
De pura casualidad agarré la revista Nupcias. Vestidos, vestidos y más vestido para novias; sugerencias de ramos y arreglos pal jolgorio. Hubo algo que me hizo decir “¡nooo, esto es tan ñoño!”, era una especie de cronograma y hartas tablitas que ayudan a la enamorada a planear el ABC del enlace –término telenovelezco–.
Así como tomé el ejemplar, lo dejé. Aunque, recordé que comienza la marcha nupcial... Tan, tan, taaa – tan, para mi amiga Miss Fashion.
Resulta que hace ya un mes, me despertó el clin –FX CAJA REGISTRADORA DEL SÚPERMERCADO– de mi cel y pensé “¿quién osa interrumpir mi sueño tan temprano?”; la verdad no era tan de madrugada, pero sí salté de la cama.
El mensaje decía algo así: “Hola amiga, quiero compartir contigo mi felicidad, el sábado, me dio Susodicho el anillo de compromiso y estoy feliz, así q prepárate x que el prox año hay boda!! Saludos de la casi ñora de Susodicho.”
No contesté porque ya no tenía crédito; sin embargo, le mandé a Miss Fashion un mail pa’felicitar a los próximos esposos. Imaginó a la mujercita brincando y llorando en tan especial momento, y es que ella siempre nos manifestó sus deseos por casarse y tener hijitos.
Mmm, quizá soy una mala amiga por no emocionarme con la noticia o aún peor y malísima –como la carne de puerco– porque una vez no le avisé a una amiga del CCH (que ya es mamá) que había reunión en plena glorieta del Ángel, pero la verdad es que eso de las bodas y el relajo que implican me dan flojera.
Me exaspera que la amiga que vive en amasiato se queje y queje de lo fatal que es su vida junto al marido viajador (y conste que no soy hipócrita, porque he dicho “mi reina, pa’qué sigues ahí. Tienes dos opciones: quédate, sigue sufriendo o vete y para de sufrir.”) o que la ya madre de familia no tenga mayor tema de conversación que sus embarazos, partos, cumples de los niños y –again– líos maritales.
Sólo pienso “ya no tenemos mucho en común” y a veces por ser y pensar diferente, al común denominador, te miran como la desubicada, inadaptada, amargada, enfadada con la vida y el mundo, rara y hasta dudan de tu psicoorientación sexual... ¿Por qué no entienden que, primer punto, el matrimonio no funciona para todo ser humano; segundo, la soltería es una nuevo status y tercero, no todas las personas quieren y tienen la capacidad de procrear criaturas?
Una tía, a quien le comenté que Miss Fashion se casa, dijo “ay, hija, pues no te emociona porque no eres tú. Al rato ya te veré.”, y yo “nel, tía. No firmaré papeles grises, mucho menos juraré ante un nicho que quiero a alguien; cuando alguien realmente se compromete no hacen falta actos fastuosos. Yo ni creo en el matrimonio y eso del casorio me da mello, mucho mello como Chiquidrácula a los borrachos.”
Por supuesto, la expresión de Doña tía fue de risa, no burla, luego del discursito que le di.
Chale, si luego de este post, amigas, no me invitan a sus bodas, ya sé por qué, jojo.
II
Traigo nuevo look, combinación de Heidi, Wilma –la mamá de los supersónicos– y Blancanieves. Pero esa no era la intención y el peluquero no entendió ni porque le llevé la foto, que recorté del suplemento Club, de una rubia con apellido Creel, y no es la hija del Senador y la Aventurera, ok.
De pura casualidad agarré la revista Nupcias. Vestidos, vestidos y más vestido para novias; sugerencias de ramos y arreglos pal jolgorio. Hubo algo que me hizo decir “¡nooo, esto es tan ñoño!”, era una especie de cronograma y hartas tablitas que ayudan a la enamorada a planear el ABC del enlace –término telenovelezco–.
Así como tomé el ejemplar, lo dejé. Aunque, recordé que comienza la marcha nupcial... Tan, tan, taaa – tan, para mi amiga Miss Fashion.
Resulta que hace ya un mes, me despertó el clin –FX CAJA REGISTRADORA DEL SÚPERMERCADO– de mi cel y pensé “¿quién osa interrumpir mi sueño tan temprano?”; la verdad no era tan de madrugada, pero sí salté de la cama.
El mensaje decía algo así: “Hola amiga, quiero compartir contigo mi felicidad, el sábado, me dio Susodicho el anillo de compromiso y estoy feliz, así q prepárate x que el prox año hay boda!! Saludos de la casi ñora de Susodicho.”
No contesté porque ya no tenía crédito; sin embargo, le mandé a Miss Fashion un mail pa’felicitar a los próximos esposos. Imaginó a la mujercita brincando y llorando en tan especial momento, y es que ella siempre nos manifestó sus deseos por casarse y tener hijitos.
Mmm, quizá soy una mala amiga por no emocionarme con la noticia o aún peor y malísima –como la carne de puerco– porque una vez no le avisé a una amiga del CCH (que ya es mamá) que había reunión en plena glorieta del Ángel, pero la verdad es que eso de las bodas y el relajo que implican me dan flojera.
Me exaspera que la amiga que vive en amasiato se queje y queje de lo fatal que es su vida junto al marido viajador (y conste que no soy hipócrita, porque he dicho “mi reina, pa’qué sigues ahí. Tienes dos opciones: quédate, sigue sufriendo o vete y para de sufrir.”) o que la ya madre de familia no tenga mayor tema de conversación que sus embarazos, partos, cumples de los niños y –again– líos maritales.
Sólo pienso “ya no tenemos mucho en común” y a veces por ser y pensar diferente, al común denominador, te miran como la desubicada, inadaptada, amargada, enfadada con la vida y el mundo, rara y hasta dudan de tu psicoorientación sexual... ¿Por qué no entienden que, primer punto, el matrimonio no funciona para todo ser humano; segundo, la soltería es una nuevo status y tercero, no todas las personas quieren y tienen la capacidad de procrear criaturas?
Una tía, a quien le comenté que Miss Fashion se casa, dijo “ay, hija, pues no te emociona porque no eres tú. Al rato ya te veré.”, y yo “nel, tía. No firmaré papeles grises, mucho menos juraré ante un nicho que quiero a alguien; cuando alguien realmente se compromete no hacen falta actos fastuosos. Yo ni creo en el matrimonio y eso del casorio me da mello, mucho mello como Chiquidrácula a los borrachos.”
Por supuesto, la expresión de Doña tía fue de risa, no burla, luego del discursito que le di.
Chale, si luego de este post, amigas, no me invitan a sus bodas, ya sé por qué, jojo.
II
Traigo nuevo look, combinación de Heidi, Wilma –la mamá de los supersónicos– y Blancanieves. Pero esa no era la intención y el peluquero no entendió ni porque le llevé la foto, que recorté del suplemento Club, de una rubia con apellido Creel, y no es la hija del Senador y la Aventurera, ok.