domingo, 24 de febrero de 2008

Mentiras

Luego de una gran ausencia debida a una cuestión agotadora para mi mamá y trabajo para mí, intentaré recuperar las letras perdidas. Regreso también con buen humor que me produjo el darme cuenta de la gran mentira que viví junto al sujeto de ojos bonitos, sí, me río de ello ahora no sin antes haber sentido dolor porque es cruel darte cuenta que te mintieron y, seguró para él, re bonito y con colmillo de lobo.


Hace unas madrugadas no hallé nada interesante en la televisión y ese fenómeno del zapping se apoderó de mí, finalmente ya aburrida -02:00 am- paré en el canal de las estrellas. Un programa de México Siglo XXI o Clío, algo así, no recuerdo. Entrevistaron a un pintor -de quien alguien me hizo el grandísimo favor de borrar su nombre de mi pizarroncito- respecto a la técnica que imprimía en su obra o a quiénes retrataba, dijo algo que rescaté de inmediato: LA MENTIRA SIEMPRE HA SIDO MÁS HERMOSA QUE LA VERDAD.
Traslademos esa afirmación a nuestra cotidianeidad...¿Cierto o falso? ¿Por cuál votan? ¿Mentiroso(a) o no? Quizá para algunos seré cínica, desvergonzada, mala o en todo caso "mentirosa" al aceptar que una mentira, que evadió mi realidad casi dos años, me hizo feliz. Aprendí cuan tolerante y paciente puedo ser, pero también que dar demasido no es muestra de amor a nadie, ni siquiera a uno mismo; por el contrario, es tal vez autodestructivo.
¿Que si mentiría nuevamente? No lo sé, las mentiras dicen más que las verdades. Sin embargo, la falta de verdad y honestidad, en todos los aspectos de nuestra existencia, llámese: Amor, trabajo, familia, amigos, etc. siempre generan en el engañado desde tristeza, decepción, duda e incertidumbre hasta cuestionamientos existencial que no valen la pena responder, pero ah cómo desgastan porque mientras vivimos en el engaño, nunca pensamos en la deshonestidad de los mentirosos (todos lo hemos sido alguna vez, quien no...Está libre de pecado y échenos tremenda piedrota), mas cuando descubrimos, sabemos o atamos cabos y hallamos el por qué del por qué, no comprendemos qué sucedió, en casos extremos y dramáticos, diría una persona abatida "qué hice mal".


No se trata de qué hizo o no mal, sino de continuar o detener esa hermosura que cierto más atractiva tarde o temprano se nos va, dejando chingados y mentadas de madre por doquier, a diestra y siniestra, tal vez risas. Sin duda: EXPERIENCIAS para recordar, sólo.


Este post dedicado a mentirosos/mentirosas, está dirigido también la OTREDAD que descubrí apenas hace unos días; por la que dice mi amiga Cecilia no puedo sentirme ofendida, por la que Natalia me dijo "tal vez no es ofensa, pero claro que duele...". Y esa Otredad también me hizo reír por los buenos y malos ratos, que a la Dalessio me trae en la cabeza, tarareando cierta cancioncita.


viernes, 8 de febrero de 2008

35 años de educar


Hace 35 años, Estela comenzó a impartir clases en la primaria de su comunidad, al mismo tiempo terminaba su formación profesional en la Escuela Normal -de Cuautitlán-. Decidió ser maestra por diversas razones, entre ellas: el apoyo incondicional de su padre, quien vendía las verduras que cosechaba o la leche que ordeñaba para pagar las colegiaturas de sus hijos; y la compleja realidad que enfrentó al solicitar trabajo en una fábrica en donde le cerraron la puerta por ser mujer.
Para estudiar debía trabajar, tener ingresos. A los 16 años de edad una forma de ayudarse fue realizar los quehaceres en otras casas de lunes a viernes; así, los fines de semana asistía a clases. Finalmente concluyó su carrera e inició la docencia con alumnos de tercer año, luego ocupó una subdirección que dejó tiempo después para ser también madre.

No abandonó el trabajo por completo, sino cambió de escuela. En 1990 llegó a la primaria "Leona Vicario", ahí ejerció durante los últimos 18 años en ambos turnos, matutino y vespetino. Por la experiencia que adquirió en primer y segundo grado, la maestra Estelita fue, es y será un gran recuerdo para ex alumnos, compañeros maestros y padres de familia, que en donde la encuentren siempre le dirigen un saludo cariñoso, lleno de admiración y respeto.

Hace tres años, aproximadamente, el método de enseñanza y plan de trabajo dirigido a niños de primer año cambió. Tantos recuadros e indicaciones se resumían a: Enseñar a los chicos a leer y escribir palabras completas, atrás debían dejar la enseñanza bajo sílabas. La maestra Estela no tuvo inconveniente para adoptar la nueva indicación; sin embargo, sola no podría.

Así que solicitó ayuda de los papás, ¿cómo? Por ejemplo para enseñar la palabra "sopa", pedía a los padres un recipiente con sopa. Poco a poco el sistema cambió y mejoró, las lecciones de los libros salían para ser plasmadas en la pared; un enorme niño llamado Paco, El Chato junto a su abuelita, el señor policía o Rufina la burra, Los changuitos y más personajes debajo del abecedario decoraban el salón.

Una maestra ejemplar que además de enseñar, cuidó a los niños como propios; compartía sus alimentos con esas personitas que abrían su corazón con ella. Desde el pequeño descuidado, sin peinar, el que solo tenía mamá hasta los que sus padres cumplían condenas por faltar a la ley o eran víctimas de los malos entendidos de pareja.

¿En qué reglamento se estipula que las maestras son niñeras, que su función es entretener porque la madre no soporta a sus hijos en casa? Ciertamente en ninguno, pero la función de una profesora no es criar sino guiar, enseñar letras, valores, respeto...Cosas que a veces los padres no están dispuestos a dar.

Sé que no es el mes de mayo, ni el 15 del mismo mes, pero hace ocho días la maestra Estelita tuvo una digna despedida-homenaje por sus 35 años de servir al Magisterio del Estado de México, reconocimientos de sus compañeros, de las autoridaes municipales, del gobierno mexiquense y el de los niños que dejó apenas en octubre pasado entre lágrimas y peticiones: "no se vaya maestra, no nos deje", "si usted se va yo ya no quiero venir a la escuela". Y se fue, no para siempre sino a comenzar un nuevo ciclo junto a su esposo, hijos y primera nieta.

Se retiró a descansar, a caminar por las mañanas entre la brisa y los árboles, a comer con calma y a cuidar su salud. Ahora está de tiempo completo en casa, en mi casa, combina sus horas de ejercicio con quehaceres hogareños y políticos, es miembro del consejo de participación ciudadana de la localidad en donde vive...Sí, la maestra Estelita es mi mamá, fue mi maestra en primer año, es mi ángel y demonio, es mi guía, ha sido mi apoyo siempre, mi terapeuta y de vez en cuando mi verdugo.

Discutimos, reímos, lloramos, somos cómplices. Nos encanta ir al zócalo, chacharear. Ambas tenemos complejo de cenicienta y somos re enojonas. Sé cuánto vale mi mamá, el viernes 1 de febrero comprendí que tengo MUCHA MADRE y que si la vida o el destino me la asignaron, no se equivocaron... No imagino cómo serán los días cuando ella (y mi papá) ya no esté(n).

Como mi mamá y como la maestra Estelita no hay dos (aunque parezca comercial, me vale). ¡Aplausos por tantos años de entrega!