martes, 29 de enero de 2008

Goya, Goya, cachún,cachún, ra, ra, Goya ¡Universidad!


Nos dicen grilleros, huevones apestosos, pobres –quizá si Diosito o mis papás hubieran nadado el billetes como el tio Mac Pato yo ni habría transitado por la Máxima Casa de Estudios, o sea, la UNAM, codos porque nuestra inscripción no vale 40 mil pesos; borrachos o mariguanos porque en las islas chupas y fumas mota recostado frente a la Rectoría o las H. Facultades de Derecho y Filosofía.

Y aunque el presupuesto para las Facultades de Estudios Superiores (FES) es austero, la verdad, si lo sabré yo que en tiempo de lluvias la ex ENEP Aragón parecíamos los damnificados de Tabasco, jajaja; si lo sabrán mis compañeros de los campus en Cuautilán... También sabes –solo entre UNIVERSITARIOS- qué significa un Goya en el estadio, en el aula, en la fiesta de graduación o en eventos culturales y deportivos.

En la Universidad Nacional Autónoma de México grandes nombres, hombres y mujeres, literatos, científicos, políticos, filósofos, un sin fin de gente, de profesionistas y seres humanos –HUMANIZAR es el objetivo de esta institución- creemos en la autonomía y en el conocimiento como derecho, defensa e identidad de las personas, no es el saber o el título universitario una mercancía.

A veces nos quejamos de que el ex alumno del Tec o cualquier otra universidad privada percibe mejor salario que nosotros, que en la UNAM no nos enseñan a tener visión de “liderazgo” o “ambición” –hace un par de meses terminé un curso en CASUL. Ahí, una egresada de la Facultad de Ciencias comentó “no nos enseñan a vendernos y aceptamos lo que sea o terminamos en otro trabajo que no tiene relación con lo que estudiamos”-, dejo a criterio individual esta concepción, las razones son diversas; pienso que cada persona llega hasta donde se lo propone, cierto que existen los recursos: las palancas y los teléfonos rojos.

Si a alguien o a muchos les debemos el prestigio de la Universidad, por qué no a Carlos Fuentes, Andrés Henestrosa, Octavio Paz, Mario Molina, Juan Ramón de la Fuente, entre tantos más –los famosos-, y en las aulas e institutos de investigaciones hay muchos, muchísimos que permanecen en el anonimato y solo sabemos de su trabajo a través de la Gaceta.

Egresé hace casi tres años de la FES Aragón y después de tanto tiempo, luego de cuatro años dentro de la UNAM no termino de descubrir y menos de sorprenderme de el vasto panorama que la Universidad nos brinda a los alumnos, a los mexicanos. Tengo la fortuna de que en los lugares donde he trabajado, el personal de quien he aprendido y aprendo, pasaron por el alma mater “pública” de México.... Soy orgullosamente UNAM.

Toda esta reflexión (o choro) se debe a la siguiente nota que hoy El Universal publicó en su página de Internet:


Asciende UNAM en ranking de universidades en Internet; ocupa lugar 59.
Sube nueve posiciones en la clasificación internacional que se realiza en España; se mantiene como la mejor de Iberoamérica

6 comentarios:

Luna Nueva dijo...

ay si, ay si, la UNAM, presumidaaaa

Karina dijo...

Mi luna lunera cascabelera:

No es presunción, es ¡orgullo! y arriba también, cómo chingaoo no, la UAM (en especial Xochimilco)!!

Nonantzin Martínez dijo...

Yo también soy de la UNAM!!!

Lata dijo...

OYES, a mí me hubiera gustado estudiar ahí, no se queje.

Por cierto, ¿y tu otro blog onde queó?

Karina dijo...

Lata:

Si no es queja, es presunción, jeje, por el excelente nivel que tiene hasta en el ciberespacio.

El otro blog desapareció, bueno, lo desaparecí.

Unknown dijo...

Me alegra mucho que te sientas orgullosa de tu Alma Mater, amiga mía y te felicito por ese ascenso en su clasificación. Un beso con todo mi cariño,
V.